Hay varios signos en nuestro lenguaje corporal que pueden estar indicando que nuestro interlocutor está mintiendo.
Así, la sonrisa es uno de ellos. Cuando sonreímos de forma sincera, no solo empleamos los músculos de los labios si no de otras partes de la cara, como los de los ojos, de manera que una persona que nos sonríe con la boca, queriendo mostrar la expresión de alegría, pero sin ninguna expresión en los ojos, quizás no esté siendo sincero en ese momento. Además, a esa persona, le costará mucho hablar a la vez que sonríe, por lo que primero nos dirá que se alegra y luego sonreirá, no pudiendo hacer las dos cosas a la vez. Recuerda que la sonrisa es un gesto que a menudo se utiliza cuando se quiere enmascarar otra emoción que no se puede inhibir fácilmente porque no tenemos control voluntario sobre dichos músculos. La rabia por ejemplo, suele tratar de ocultarse mostrando una sonrisa que se caracteriza por unos labios afinados.
Cuando la persona se pone el dedo o un lapicero delante de la boca, es un signo de que en esa situación se puede estar sintiendo incómoda o de que necesita que le ayuden, regresando, de alguna manera, a etapas más infantiles. Si la persona que tienes enfrente se tapa la boca, es posible también que esté ocultando la verdad, por lo que deberás observarle mejor y tratar de detectar si existe incoherencia entre lo que dice y lo que hace.
La frente participa en la mayoría de los movimientos musculares ante una emoción sincera, por ejemplo, cuando existe tristeza, pesar o culpa. Cuando esto ocurre, las cejas suelen alazarse en su ángulo interior, formando un triángulo junto con los párpados superiores y las arrugas de la frente. Estos movimientos de la cara no aparecerán a pesar de querer fingir una emoción distinta y sí aparecerán a pesar de intentar disimular la emoción de tristeza, pesar o culpa, por mucho que se intente ocultarla.
Tocarse la nariz a menudo, no de manera obvia, sino superficial, es otro signo que nos debe llamar la atención si dudamos de que esté diciendo la verdad. Esto es debido a que en la nariz se encuentran muchas terminaciones nerviosas. Cuando hay alguna emoción, se producen cambios en el SNA, que regula las funciones vegetativas, los cuales se traducen en cambios corporales involuntarios.
Tocarse las orejas. Este gesto puede tener muchos significados, pero suele ser indicio de que, de alguna manera, nos gustaría cerrarlas y no oír lo que nos están contando, ya sea por rechazo, oposición o simplemente aburrimiento.
Inclinar la cabeza es signo de que a la otra persona le está interesando lo que le estamos diciendo y nos está escuchando, tratando de comprender, lo cual se hace más evidente si la persona se inclina hacia adelante.
Apoyar la barbilla sobre las manos también es signo de interés y de estar a gusto en ese momento y está tratando de mostrarse. Si este gesto lo hace una mujer, es probable que esté tratando de atraer su atención y mostrar su rostro para que puedan admirarlo.
Levantar la cabeza y la barbilla. Este gesto suele denotar agresividad y superioridad. La persona quiere mostrarse muy segura de sí misma y por encima de su interlocutor.
Además de a los gestos, cuya expresión natural es simétrica, para detectar si la persona que tienes en frente está siendo sincera, deberás atender también a la forma y el contenido de lo que dice: si usa un lenguaje evasivo, rodeos, pausas, repeticiones y errores al hablar, disminución en los detalles, lo cual te puede estar indicando que la persona no estará poniendo mucho interés o existe una emoción negativa tras ello, como el aburrimiento.
Es importante el tono de voz que emplea. Si es agudo, alto y existe cierta velocidad a la hora de hablar puede estar sintiendo temor, rabia o entusiasmo. Lo contrario, podría ser indicativo de tristeza o sentimiento de culpa.
También podrás observar los cambios que se producen en la respiración, la sudoración, boca seca o por el contrario frecuente necesidad de tragar saliva, que serán indicativos de que la persona está sintiendo una emoción muy intensa.
No olvides que una persona que se la está acusando de mentir puede mostrar los mismos gestos que un mentiroso, mostrando signos de temor por ser falsamente acusado, de inquietud, al mostrarse nervioso queriendo ocultar ese temor. También hay que tener en cuenta que algunas personas poseen gran capacidad para inhibir los signos faciales de sus auténticas emociones (psicópatas y mentirosos naturales). Por último, hay personas que pueden burlar los indicios de la mentira poniendo en marcha la técnica de la interpretación. Esta es la técnica que emplean los actores al representar una emoción, lo consiguen no porque sean expertos en controlar voluntariamente los músculos faciales, sino que en ese momento están reviviendo realmente esa emoción, empleando para ello recuerdos, etc.
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